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La piel de mis abuelos

bordado a mano sobre pvc cristal / 2015 - 2016
Tito Miguel (85 años)

Tito Miguel (85 años)

Edelvina (83 años)

Edelvina (83 años)

Premio Fundación Williams. Museo Quinquela Martina. Buenos Aires, 2016.

_MG_0153

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Premio Fundación Williams. Museo Quinquela Martina. Buenos Aires, 2016.

_MG_0146

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Premio Fundación Williams. Museo Quinquela Martina. Buenos Aires, 2016.

Bordado a mano sobre funda de almohada que pertenecía a mis abuelos

Concibo la piel como lienzo, como manto que recubre un interior y refleja en sus arrugas, en sus pliegues, el paso del tiempo, la vida transitada, los dolores, angustias y alegrías.

“Lo más profundo es la piel”; hermosa y misteriosa frase de Paul Valery que nos recuerda que sólo somos un pliegue de la exterioridad, donde todo organismo deviene un conjunto de contracciones, retenciones y esperas; un pliegue de la materia-imagen, del tiempo-duración, pliegue que aparece como diferencia, instalada en el pensamiento entendido ahora como dermatología general o arte de las superficies. La piel, el órgano más extenso del cuerpo, pone en contacto el adentro con el afuera, reteniendo, protegiendo, comunicando, sintiendo, almacenando o regulando ese frágil equilibrio que configura todo organismo y su madeja de singularidades efervescentes.

(Pau Alsina en Lo más profundo es la piel. Cuerpo, tecnología y neo-materialismo en el Media Art)

 

El proceso de elaboración de estas obras se inicia con la realización de retratos fotográficos del rostro de mis dos abuelos, Tito y Edelvina, focalizando en las arrugas de su frente y de sus mejillas. Luego transformo esas líneas más pregnantes en bocetos para, finalmente, confeccionar los bordados a mano sobre pvc cristal. El resultado es una imagen metafórica, abstracta, que nuevamente lleva en su interior signos de algo que va más allá de lo visual.

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